Entre la Oscuridad, el Espíritu
Jun – Jul 2025

PAULINA SILVA

Lugar: SIJIL, Playa del Carmen / MX

Curador: Jorge E. Gutiérrez Zamora Meza

Número de Piezas: 11

Medios / Técnica: Pintura / Dibujo

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero el Jardín Botánico es un parque dormido
En el que uno puede sentirse árbol o prójimo
Siempre y cuando se cumpla un requisito previo
Que la ciudad exista tranquilamente lejos
Mario Benedetti

La sombra no es vacío. Es un cuerpo que respira, un pliegue donde la historia se repliega para escapar de las miradas que buscan dominar, clasificar, poseer. Paulina Silva Hauyon camina este umbral para revelar lo que los registros coloniales no pudieron capturar: el espíritu que late bajo la aparente calma de un jardín convertido en archivo de despojos.

El Jardín Botánico de Lisboa guarda en sus senderos una paradoja, especies arrancadas de sus territorios crecen bajo mármoles que celebran dioses ajenos. Silva Hauyon no pinta paisajes; teje memorias táctiles. Sus obras son mapas de sombras donde las hojas susurran en lenguas olvidadas, donde las raíces, desterradas pero vivas, trazan líneas de fuga bajo la tierra. Aquí, la naturaleza no es espectáculo, es un acto de resistencia silenciosa, un pulso que desafía la lógica patriarcal de control y exhibición.

En esta serie, la oscuridad opera como un revés del lienzo colonial; no es ausencia, sino presencia acumulada. Cada pincelada de Silva Hauyon revela lo que los pintores viajeros omitieron -el temblor de las hojas al caer, la humedad que persiste en la corteza, el eco de cuerpos que nunca fueron bustos-. Son registros que se niegan a la mimesis, que prefieren el desvanecimiento a la claridad brutal de los inventarios

La artista nos invita a un recorrido donde la mano sustituye a la mirada, donde los colores se miden por su temperatura más que por su nombre. En este jardín reinventado, las texturas devuelven al espectador su condición de cuerpo entre cuerpos. No hay jerarquías entre humano y planta, solo un diálogo de superficies que recuerda: lo arrancado sigue vivo, aunque crezca torcido

Entre la oscuridad, el espíritu se revela no como denuncia, sino como evidencia de que lo desplazado -ya sean plantas, cuerpos o historias- encuentra siempre grietas para florecer.

Un recordatorio: a la izquierda del roble, donde la luz no llega, la vida inventa nuevos modos de ser.  

Jorge E. Gutiérrez Zamora Meza